A finales de septiembre se conoció el lamentable caso de más de 300 casas que podrían ser demolidas en el sector de Huaquén en La Ligua. ¿La razón? Las centenares de personas que compraron terrenos en esa localidad lo hicieron de forma irregular. 

Según consigna el medio regional Epicentro Chile, la situación estalló cuando salió a la luz la existencia de un plan de extensión del tramo de la Ruta 5 Norte que pasa por allí, que precisamente había sido programado por el Ministerio de Obras Públicas (MOP) para pasar por los terrenos en cuestión antes de que estos fueran loteados. 

“Lamentablemente aquí vemos una situación que se está repitiendo mucho, de empresas que venden loteos que no cuentan con la debida autorización para ser habitados, engañando a personas que compran sin saber cómo funciona el reglamento que regula la subdivisión predial. Para evitar problemas como estos hay que conocer debidamente lo que dice la normativa respecto a las parcelas de agrado ”, señala Juan Fonseca, director de Mundo Parcelas. 

¿Qué sucedió exactamente en La Ligua?

Uno de los errores más frecuentes sucedidos al momento de intentar comprar un terreno rural tiene relación con algunos conceptos poco dominados por el común de las personas, como es el caso de la adquisición de derechos de propiedad. 

En el caso particular de los habitantes de Huaquén, hace cinco años centenares de familias compraron los derechos de los lugares que hoy en día habitan, pero que no tienen permiso legal de edificación, ya que el Plan Regulador de la comuna no lo considera como un asentamiento habitacional. 

“Al momento de comprar un terreno exclusivamente para construir una casa es necesario contar con una serie de documentos legales y permisos. Cuando adquieres el derecho de un sitio no lo estás comprando, sino que te estás volviendo acreedor de un porcentaje del mismo”, explica Juan Fonseca. 

¿Cómo evitar malos entendidos? 

Desde Mundo Parcelas, puntualizan una serie de aspectos en los que fijarse antes de comprar un terreno o parcela de agrado:

  • Los derechos de propiedad no bastan para ser el dueño. Es importante adquirir el título del sitio y comprobar su legalidad en el Conservador de Bienes Raíces. 
  • Cada parcela debe contar un rol propio, el cual indica que ya está reconocida por el Servicio de Impuestos Internos (SII) y cuenta con un número que la identifica a nivel comunal. 
  • Antes de comprar es relevante comprobar si la parcela arrastra deudas de su dueño original. Si no están pagadas, no será posible inscribir el terreno en el Registro de Propiedades. 
  • Ninguna parcela puede contar con menos de 5.000 metros cuadrados. El Decreto Ley 3516 establece claramente que las inmobiliarias que compren terrenos para subdividir, no pueden fraccionarlo en parcelas menores a esa superficie. 

Lo que sucede tras la compra de una parcela

Una vez adquirido el terreno, antes de construir cualquier vivienda es necesario contar con un Permiso de Edificación, documento legal otorgado por la autoridad municipal correspondiente al lugar en donde se ubique la parcela. 

Aunque con este permiso no es posible construir cualquier tipo de edificación: “En este tipo de terrenos solo está permitido la construcción de una vivienda principal de un máximo de 500 metros cuadrados. Además, se puede edificar una vivienda de servicio, pero que en conjunto con la principal sumen la misma superficie”, establece Juan Fonseca.

Esto quiere decir que, aquellas personas que compran un terreno rural y lo utilizan para construir una serie de viviendas para arriendo, tal como ocurre en lugares cercanos a la costa, estarían incurriendo en una falta que podría ser sancionada. 

Por otra parte, cabe señalar que dentro de las parcelas de agrado es posible construir otras estructuras no habitables como establos, piscinas, canchas multiuso, entre otras, teniendo siempre cuidado de no remover árboles protegidos por la Corporación Nacional Forestal (CONAF).

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