Nuestro país es uno de los países que más potencial tiene para generar energías renovables. Sin embargo, según la opinión de expertos aún es necesario trabajar en algunas áreas.

A nivel regional, Chile es uno de los países que más ha invertido en materias de incorporación de energías limpias y renovables.

Según lo establece la actual Política Energética Nacional, el objetivo central es que el 70% de la matriz energética se componga de renovables.

El proceso ha dado grandes resultados, ya que nuestro país tiene ventajas geográficas que le permiten rápidamente generar proyectos, como por ejemplo, los de generación eólica, geotérmica y solar.

No obstante, según indican voces expertas, aún es necesario trabajar en un escenario que contemple a todos los miembros del sistema eléctrico, no solo la generación, sino que también transmisión y distribución.

Los hitos del proceso de descarbonización

Según estableció el director de producción de ACCIONA para Sudamérica, Jaime Toledo, en una entrevista para EmolTV, “el país tiene lo fundamental y lo esencial, que son los recursos naturales abundantes. Contamos con recursos fotovoltaicos, tenemos gran potencial eólico, geotérmico, entre otros, por lo tanto, somos un territorio bastante rico en esta materia y eso hace que podamos convertir nuestra matriz energética de una fósil a una renovable, de una manera rápida”.

Gracias a ello, ya se han conseguido metas que estaban previstas para completarse más adelante. Tal es el caso de la “Ley 2025”, figura legislativa que planteaba que a 2025 Chile debía contar con un 20% de generación renovable en su país, algo que finalmente se logró cinco años antes de lo previsto.

Actualmente, Chile cuenta con una matriz energética con una participación del 35% de energías renovables y, según datos del Coordinador Eléctrico, hasta el 20 de octubre del 2022 la energía vertida llegó a los 921,29 GWh.

¿Cómo se explica este gran avance? Según detalló Toledo, uno de los puntos que ha facilitado esto es la forma en que funcionan las licitaciones de suministro para abastecer a clientes regulados.

Esta, a diferencia de otras partes del mundo, permite que las centrales renovables puedan ofrecer energía en estas licitaciones en los horarios en que las energías renovables producen electricidad.

Por ejemplo, en el caso de los parques eólicos, estos son capaces de producir electricidad las 24 horas del día, mientras que las fotovoltaicas, que son parte del bloque solar, solo pueden hacerlo durante el día. Esto ha permitido que haya mayor competencia e interés por formar parte del mercado eléctrico.

Los desafíos de la transición

Sin embargo, a pesar de que estos logros se consideran positivos, aún queda mucho camino por recorrer, especialmente en la creación de proyectos que no son de generación eléctrica.

Según señaló Toledo, “el principal desafío que tenemos es que hay grandes vertimientos (energía que se pierde porque no se puede inyectar al sistema) de energía eólica y fotovoltaica, que lamentablemente no se pueden integrar a la red”. Esto quiere decir que la actual capacidad en transmisión no es suficiente para conectar y transportar toda la energía renovable que se está generando.

En este sentido, proyectos como Kimal – Lo Aguirre o la línea de transmisión que Transelec construirá en Los Lagos, aportan a la expansión del sistema de transmisión.

Además del problema de la transmisión, desde ACCIONA señalaron que es necesario que la tarificación de la energía fomente la descarbonización del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

Esto porque actualmente las generadoras de energía renovable, al igual que las generadoras tradicionales, deben pagar un impuesto a las emisiones de CO2 y GEI, algo que claramente desincentiva el avance en la descarbonización.

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