Ambos servicios, que forman parte de los gastos mensuales de cada familia chilena, están pasando por momentos muy distintos. Mientras el ámbito eléctrico se renueva y genera diferentes proyectos alrededor del país, una grave sequía afecta al recurso hídrico del país. 

Dentro de las cuentas que mes a mes deben pagar las familias chilenas, hay dos elementos fijos: el agua y la luz. Estos son fundamentales para el desarrollo de una vida normal, ya que permiten la realización de los quehaceres básicos de cada persona. 

No obstante, la realidad de ambos es muy dispar en Chile. Por un lado, tenemos un sistema eléctrico que año a año se renueva y desarrolla más opciones de generación energética y, por otra parte, tenemos una crisis hídrica sin precedentes que no ha sabido manejarse aún. 

¿Cómo se explican estas diferencias? En parte, esto es resultado de políticas gubernamentales muy desiguales entre sí. 

Electricidad: Un desarrollo bien encaminado

Una de las iniciativas más importantes implementadas por los gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera ha sido la denominada Política Energética Nacional. Este documento representa el plan de acción del país en torno al manejo de la energía de cara al 2050, año en el cual una serie de objetivos deben ser completados. 

Dentro de ellos, destaca brindar seguridad y calidad de suministro, motivar el desarrollo de la energía como motor de desarrollo, generar energía compatible con el medio ambiente y promover una eficiencia y educación energética

Para ello, una gran cantidad de proyectos se están desarrollando alrededor del país, principalmente ligados al desarrollo de nuevas fuentes energéticas que reemplacen a las antiguas. En este sentido, el biministro de Minería y Energía, Juan Carlos Jobet, ha destacado el rápido avance de las ERNC (Energías renovables no convencionales), las cuales hoy ocupan el 25% de la matriz nacional y en 2030 se proyecta que crezcan hasta el 40%

Un ejemplo de esto es el desarrollo del proyecto Ayllu Solar en la Región de Arica y Parinacota encabezado por SERC Chile, el cual promovió la instalación de más de 320 paneles solares de 100 kW, que beneficiaron el trabajo y calidad de vida de familias aymaras y quechuas de la zona. 

No obstante, para cumplir el objetivo de entregar un mejor suministro a la población, también se está trabajando por renovar el actual trazado eléctrico del país. Una de las zonas que está siendo beneficiada por esto es la Región de Los Lagos, territorio en donde se está construyendo la nueva línea de transmisión Pichirropulli-Tineo, obra a cargo de Transelec. 

Además, al día de hoy se encuentra en evaluación la construcción de otra línea de alta tensión, que otorgará una mejor calidad de servicio a la Isla de Chiloé. 

Agua: Una crisis sin precedentes

Sin embargo, el mundo del agua vive un panorama completamente distinto. Esto porque 2021 ha sido uno de los años más secos de la historia de Chile, lo que afecta claramente la disponibilidad del recurso para la ciudadanía, pero más aún, al desarrollo de la agricultura. 

En este aspecto, la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta) ha comunicado públicamente su preocupación, manifestando que los cultivos de varios agricultores del país se han visto duramente afectados, por lo que es probable que los 700 mil puestos de trabajo que genera esta disciplina, vayan disminuyendo con el paso del tiempo. 

Una forma de graficar el problema actual, es mirar los datos de lluvia correspondientes al mes de julio, el que históricamente aporta con varios mm de agua caída. Según el último Balance Hídrico del Ministerio de Obras Públicas, en Santiago cayeron 0,6 mm, cuando lo normal son 76 mm. 

A pesar de que no ha existido desabastecimiento de la población, este panorama resulta muy preocupante, más aún considerando que desde 2012 existe una Estrategia Nacional de Recursos Hídricos, la cual parece no haber dado frutos a juicio de los expertos. 

Así lo cree el agroclimatólogo Patricio González, quien declaró en Radio Rock&Pop, que los gobiernos chilenos únicamente se han dedicado a mitigar los efectos del cambio climático, más que generar políticas efectivas que se encarguen de cuidar el recurso hídrico. 

No obstante, no todo el panorama es gris, ya que desde organizaciones no gubernamentales han surgido varias propuestas para trabajar en el problema del agua. Una de ellas es la que planteó recientemente Escenarios Hídricos 2030, quienes sugieren que en Chile se utilice un sistema desalinizador de agua de mar, ya usado por varias mineras nacionales. 

¿Qué será del futuro del agua en Chile? Lo cierto es que hoy tenemos un déficit hídrico aproximado del 70%, cifras muy comprometedoras y que requieren de una acción inmediata. 


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