
“Tuvimos algunos sistemas frontales que aliviaron en parte la extrema sequía que enfrenta la zona hace más de 15 años, pero seguimos con déficit de lluvias y nieve caía en relación a un año normal en la mayor parte de la región”, señaló el ejecutivo.
El embalse La Paloma, según el último reporte hídrico entregado por la sanitaria, cuenta con un 11% de su capacidad. Puclaro, en la provincia del Elqui, subió a un 22% después de los últimos sistemas frontales de agosto.
En relación a las precipitaciones, La Serena y Ovalle cuentan con un superávit del 10% a un año normal, mientras que Illapel se sitúa con un 30% de déficit.
Además de las lluvias invernales, desde la sanitaria recalcan el impacto que han tenido las obras realizadas en la última década, que han evitado un racionamiento de agua en la región. “Aguas del Valle ha realizado grandes esfuerzos, asegurando la continuidad del suministro de agua potable mediante inversiones superiores a los $ 80.000 millones en nueva infraestructura, conducciones, pozos y acuerdos para el uso del agua de embalses. Esto sumado al trabajo con autoridades y acuerdos con las distintas juntas de vigilancia de la zona, ha garantizado el suministro en tiempos tan difíciles y evitado el racionamiento en miles de hogares”, finalizó Nazer.