Recientemente se supo que Santander se unió al grupo de instituciones que dejará de hacer negocios con empresas rusas. La invasión en Ucrania comandada por Vladimir Putin sigue causando severas consecuencias que se suman a las pérdidas civiles.
El enfrentamiento entre rusos y ucranianos no da tregua, lo que además de generar lamentables pérdidas humanas, ha causado una severa crisis económica en Rusia.
Con el pasar de los días, continuamente hemos visto como importantes empresas occidentales como Apple, Ford, Netflix y Adidas han decidido cancelar sus operaciones en territorio ruso como una forma de apoyo a Ucrania.
Pero, ¿qué ha sucedido con las empresas rusas? Grandes bancos, aerolíneas, industrias y hasta equipos de fútbol se han visto afectados gracias a la cancelación que han enfrentado por varias potencias y países occidentales.
“De manera natural se dará que todo lo que venga de Rusia será tachado por los gobiernos e inversionistas de la parte occidental del mundo. Esto afectará gravemente el prestigio de varias empresas rusas que verán cómo disminuyen sus operaciones”, comenta el experto y líder de una agencia de reputación online, Uri Martinich.
Una de las últimas compañías que se sumó al boicot hacia las empresas rusas fue Santander, institución bancaria que afirmó que se alineará con las sanciones que ha impuesto la comunidad europea a Rusia.
Las empresas afectadas por la cancelación
Los países que han liderado las sanciones contra negocios provenientes de Rusia son principalmente los miembros de la Unión Europea y Reino Unido.
De hecho, este último es el que más sanciones ha impuesto tales como evitar que Sberbank (banco más grande de Rusia) realice pagos en libras esterlinas, bloquear el espacio aéreo británico para evitar el arribo de aviones de Aeroflot y la cancelación total de la empresa constructora de barcos United Shipbuilding Corporation.
En tanto, la Unión Europea y EE.UU. se han alineado para cortar a Rusia del sistema SWIFT (Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales), además de vetar a varias empresas rusas dedicadas a la tecnología, comunicaciones, servicios financieros, energías, entre otras.
Otros países que se han sumado a la cancelación de empresas rusas son Japón, Australia, Nueva Zelanda, Taiwán, e inclusive, Suiza, país que tradicionalmente actúa de forma neutral en este tipo de conflictos.
Una crisis de reputación
Según señala Uri Martinich, este año y si es que la guerra se prolonga aún más, las empresas y personas que provengan de Rusia verán como su reputación se verá afectada por un conflicto en el cual no necesariamente están a favor.
“La reputación online será algo en el que las empresas y compañías rusas tendrán que trabajar si es que pretenden no ser borradas por los inversionistas de todo el mundo occidental. El primer paso será dar a conocer su postura frente al conflicto, cosa de dejar en claro que no están a favor de la guerra”, comenta el experto en reputación digital.
A escala humana, hemos visto cómo varios rusos conocidos por diferentes motivos han dado a conocer sus posturas frente a la guerra, mejorando así su reputación frente al mundo.
Uno de los que ha alzado la voz es Roman Abramovich, uno de los hombres más ricos del mundo y de Rusia. A través de las redes sociales. él y su hija se han manifestado en contra de la guerra en Ucrania en reiteradas ocasiones. De hecho, el empresario anunció que venderá el club de fútbol Chelsea y las ganancias se donarán a las víctimas ucranianas.