Gracias al diálogo con diversas empresas de la Región de Coquimbo, personas privadas de libertad realizan oficios y potencian habilidades emprendedoras, para obtener ingresos y reinsertarse socialmente. 

Entregar más oportunidades de trabajar y emprender a personas privadas de libertad y apoyar su reinserción social una vez que cumplan sus penas carcelarias, es el principal objetivo de una agenda de trabajo conjunto entre las Secretarías Regionales Ministeriales (SEREMIS) de Justicia y Derechos Humanos y Economía, Fomento y Turismo de la Región de Coquimbo, en vinculación con el Complejo Penitenciario de La Serena. 

Para identificar en terreno las condiciones de trabajo de los talleres y galpones en los que los internos del penal realizan trabajos de armado de estructuras metálicas, carpintería y panadería, las SEREMIS de Justicia, María José Rojas Erbetta y Economía, Pía Castillo Bosselaar, recorrieron las instalaciones y dialogaron con la concesionaria a cargo del recinto. 

El objetivo de esta visita, como explica la SEREMI de Economía, Fomento y Turismo, Pía Castillo, es “conocer el trabajo que las y los internos realizan para emprender y así, reinsertarse en la sociedad e identificar potenciales líneas de trabajo en las que podamos generar apoyos conjuntos con empresas regionales, para fomentar la incorporación al mundo laboral una vez que retornen al medio libre”. 

Lo anterior es parte de la alianza público-privada en pro del desarrollo económico regional, el apoyo al emprendimiento y al empleo que se realiza desde la cartera de Economía y al que la SEREMI de Justicia se ha sumado, buscando apoyar la reinserción laboral de los internos. 

La SEREMI María José Rojas detalla que “el trabajo desempeña un rol fundamental en el proceso de reinserción social de personas privadas de libertad. No solo constituye una herramienta para la subsistencia económica, sino que también cumple una función rehabilitadora y educativa que facilita su integración efectiva a la sociedad. Por ello, el apoyo conjunto entre el sector público y privado resulta fundamental para promover la reinserción social, contribuyendo así a construir un país más seguro y con mayores oportunidades”. 

En la actualidad, el centro penitenciario cuenta con cuatro galpones destinados para fines laborales; dos, dedicados a los rubros de armado de escaleras, alcantarillados y cerchas, de la constructora Ecomac; uno, para ventanas de PVC y aluminio, de la fábrica de ventanas Socoalvi y otro galpón, de la panadería Flor de Italia; que generan un total cercano a los 40 empleos (9 o 10 internos por galpón). 

Además de los galpones, la concesionaria del penal tiene empleadas a 145 personas, dedicadas a tareas como mantención de aseo, cocina y reposteros, que realizan labores para el propio recinto.  

Respecto a la vinculación con el entorno, en el caso de los galpones es directa, ya que las empresas que administran el galpón contratan de forma dependiente a los internos e internas, mientras que, en el caso de otras actividades o capacitaciones, se tiende a mejorar habilidades de apresto laboral para potenciar la vinculación con el exterior una vez que los y las internas cumplen su condena. 

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