Esta alianza busca asegurar la seguridad alimentaria de los países y se espera que en agosto se sumen otros países como Perú, Argentina y Uruguay.
– Además, actores industriales de Latinoamérica firmaron un documento donde se comprometen a continuar implementando políticas en pro de hacer de esta actividad una práctica cada vez más sustentable, amigable y responsable con el medioambiente.
Un fructífero encuentro tuvieron el pasado miércoles, jueves y viernes los actores de la industria pesquera de Latinoamérica. En el marco de la exposición gastronómica Pescamar –la más importante de la región–, las diferentes asociaciones gremiales pesqueras se dieron cita para conversar sobre sustentabilidad, buenas prácticas y otras temáticas importantes para el desarrollo de esta actividad.
Esta conversación se produjo en el marco del movimiento #PescaConFuturo, que busca unir a la industria de América Latina para avanzar en una pesca respetuosa con el medioambiente y las especies, generando un compromiso con el bienestar de las comunidades y brindando la seguridad de satisfacer las necesidades de las futuras generaciones.
En este contexto, el presidente de la Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca F.G.) y embajador de #PescaConFuturo para Latinoamérica, Osciel Velásquez, junto a Humberto Becerra, presidente la Cámara Nacional de la Industria Pesquera de México (Canainpesca) y Waldemar Arnecke, presidente de la Cámara de la Pesca y la Acuicultura (Campac) de El Salvador, constituyeron la Alianza Pesquera Latinoamericana para la Seguridad Alimentaria (Alpesca), reforzar la industria de alimentos del mar y abordar los riesgos que podría tener la creación de Áreas Marinas Protegidas (AMP) infundadas, cada vez más numerosas, amparadas en campañas sin sustento científico e investigaciones.
En la oportunidad, se propició la firma de una declaración pública, donde se indica que “la pesca industrial con redes de arrastre es una actividad sustentable que ha ido evolucionando en el tiempo, al incorporar mayor innovación, tecnología y prácticas amigables con el medioambiente”. Agregó que lo anterior se demuestra “con las 111 pesquerías con redes de arrastre certificadas con MSC (Marine Stewardship Council) en el mundo, representando cerca de ocho millones de toneladas”.
El documento, al que además se espera que suscriban Perú, Argentina y Uruguay, busca entregar una visión global de las acciones tomadas por los empresarios pesqueros para hacer de la pesca de arrastre una actividad que avance en sustentabilidad. Este tipo de extracción representa entre un 40 y un 50% de más de cien millones de toneladas que se pescan en el mundo.
En ese sentido, los firmantes indicaron que “la pesca con redes de arrastre ha incorporado innovaciones, tecnología y buenas prácticas para desarrollar una actividad sustentable, y no existen fundamentos técnicos contundentes para eliminarla bajo campañas infundadas o ideologizadas”.
El documento añade que el sector industrial apoya a la FAO y a otros organismos en el reconocimiento de la pesca con redes de arrastre como un sector proveedor de alimentos esenciales para el mundo y como un importante agente económico, generador de un encadenamiento productivo que produce empleos directos e indirectos esenciales para las comunidades donde se desarrolla. Por lo mismo –señala–, los firmantes se comprometen a “mantener nuestros esfuerzos en promover el consumo de productos del mar, manteniendo nuestro compromiso con la seguridad alimentaria de nuestras poblaciones y para seguir contribuyendo con alimentos de primera calidad, a través de un abastecimiento de productos del mar certificados sanitariamente y legalmente”.
“Por ello, si hay casos específicos donde puedan aún existir impactos de la pesca de arrastre, nos ponemos a disposición de todos los actores (tanto del sector público, como privado, las ONG y la academia), con el fin de desarrollar un debate serio, sobre una base científica, para la detección y análisis de esos impactos, y proponer medidas concretas para su mitigación”, puntualiza.
Áreas Marinas Protegidas
Otro de los temas que se trataron en el encuentro regional fue la implementación de las Áreas Marinas Protegidas (AMP). En el documento emanado se sostiene que, aunque son “un elemento más para la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas marinos”, su declaratoria debe realizarse tras un análisis científico serio y en un proceso participativo, donde estén todas las visiones, incluida la de la industria.
“Es necesario que se defina claramente el objetivo y alcance de cada AMP, fundada científicamente; que se establezca un procedimiento claro, transparente y fundamentalmente participativo, que considere a los sectores productivos, comunidades costeras y todos los actores del sector”, finaliza el documento suscrito por los participantes.