- A raíz del estudio sobre los hábitos de las personas y percepción de las acciones públicas y privadas en relación con la reutilización de materiales.
Recientemente se dieron a conocer los resultados del estudio “Reciclando-Ando” realizado por el Pacto Chileno de los Plásticos junto a GfK Chile. Según el reporte, la infraestructura disponible es considerada la mayor barrera para el reciclaje, y el 62% de los encuestados que no reciclan declara no hacerlo porque no tienen un punto limpio cerca. Llama la atención que los jóvenes menores a 35 años lo practican menos que los segmentos etarios mayores.
Además, para hacer frente a las problemáticas ambientales, el 75% de los encuestados exige un mayor compromiso por parte del Estado, seguido por las empresas o instituciones privadas con un 51%.
Y sobre esto, la diputada independiente, Camila Musante, quien es integrante de la Comisión de Medio Ambiente, propuso retribuir a las personas que reciclen. “Para incentivar la separación de los residuos como los de carácter orgánico, deberíamos premiarlos con productos como tierra de hoja o compost para que puedan trabajar en los mismos barrios con estos, generando que los vecinos tengan sus huertas propias o comunitarias, ayudando de esta forma a la soberanía alimentaria y a economizar en frutas, verduras y hortalizas. Además, se deberían dar beneficios tributarios o exenciones a las personas que reciclen”, puntualizó en una entrevista en CHV Noticias Pluto TV.
Frente a la falta de infraestructura, la congresista comentó que es necesario un rol más activo de los municipios y de las autoridades: “En San Bernardo que es la comuna en la que vivo y represento no existen puntos limpios o verdes para reciclar lamentablemente, por lo que todos los habitantes de este sector tenemos que ir a El Bosque o La Pintana para dejar, por ejemplo, nuestros cartones, botellas y latas. En este caso necesitamos una mayor acción por parte de los gobiernos locales como las municipalidades y las gobernaciones regionales para que todos los vecinos cuenten con estos lugares cerca de sus casas y no necesiten viajar kilómetros”, dijo.
Organismos internacionales como la ONU han hecho un llamado a participar en la economía circular, lo que se conocía como la regla de las 3 R (Reducir, Reutilizar y Reciclar), y en los últimos años se añadieron dos términos nuevos: recuperar y reparar. “Por eso es clave que tanto personas, organizaciones, empresas, academia como el Estado tomen conciencia y reflexionen sobre esta problemática y vean de manera concreta cómo pueden aportar desde distintos frentes y puntos de vista”, explicó la legisladora.
Por último, la parlamentaria que representa al sector suroeste de la Región Metropolitana (provincias de Maipo, Talagante y Melipilla) reconoció que unas de las dificultades principales es la educación. “La educación ambiental la tenemos que incentivar desde la más temprana edad de los niños con el objetivo que aprendan a separar sus residuos y con ello ir eliminando este nefasto concepto de la basura. Mientras no exista un ramo o taller en los colegios desde los primeros años y que la gente en sus domicilios no sepa cómo separar los desperdicios, difícilmente las legislaciones y políticas para revalorizar la basura serán efectivas”, comentó.