• El consumo de tabaco es la principal causa de esta patología que afecta principalmente a hombres entre 40 a 50 años.

Caminar, subir las escaleras o hacer la cama son actividades que para más de once mil personas de la Región de Coquimbo provocan un gran agotamiento y sensación de ahogo al respirar. Esto debido a las consecuencias que ha provocado en su organismo la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). 

Esta patología, que obstruye las vías respiratorias, genera tos crónica, expectoración (flemas), ruidos, pitidos y dolor en el pecho, y si no es diagnosticada a tiempo, puede dejar a una persona dependiendo de oxígeno para vivir, utilizando ventilador mecánico, o incluso puede provocar hasta la muerte.

Esta patología afecta principalmente a hombres entre los 40 y 50 años, sin embargo, existe un gran subdiagnóstico, causado por la consulta tardía de los pacientes. Por ello, en el día mundial de la EPOC, 19 de noviembre, Edward Navarro, Kinesiólogo  y jefe del Subdepartamento de Programas Transversales del Servicio de Salud Coquimbo, explica que es importante consultar en cuanto comienzan a aparecer los primeros síntomas.

“Esta enfermedad inicialmente es silenciosa, con lenta evolución, siendo los primeros síntomas la tos escasa, luego ésta pasa a ser más crónica y productiva (expectoración con mucosidad), llegando a la disnea al caminar e incluso al comer en los casos más graves. La EPOC puede generar discapacidad, llegando a la necesidad de oxígeno, y en algunos casos el fallecimiento del paciente. En la región más de 400 personas necesitan apoyo externo para poder sobrevivir”, señaló Navarro.

En el 90 por ciento de los casos, el tabaco es el responsable de que los bronquios se estrechen, limitando la entrada de aire a los pulmones. El otro 10% es causado por la exposición a combustibles sólidos en la cocina y la calefacción (aire de interiores); incluso a vapores irritantes, gases, polvos y productos químicos en el trabajo.

Graciela Sepulveda, paciente del CESFAM Santa Cecilia de Coquimbo, comenta que hace doce años le diagnosticaron la EPOC y está con un riguroso tratamiento que le permite realizar su vida cotidiana. “Sólo me debo inhalar dos veces al día y tengo un tercer medicamento en caso de emergencia”.

La usuaria comenta que esta patología fue producto de un mal hábito que adquirió durante su juventud. “Desde los 19 años que fumo. Hay días en que podía ser hasta una cajetilla. Si bien, esta enfermedad cambió mi vida, debo reconocer que aún no puedo dejar en su totalidad el cigarrillo”, señaló.

Debido a las complicaciones que genera la EPOC, los pacientes tienen mayor riesgo de contraer enfermedades como tuberculosis. Por ello, durante la pandemia su riesgo se multiplicó, debido a la menor funcionalidad que tiene el pulmón. “Muchos de ellos tienen mayores posibilidades de contraer Covid-19 y de terminar intubado. De ahí la importancia de no dejar el tratamiento, evitar exponerse a factores de riesgo y vacunarse contra el coronavirus”, manifestó el jefe del Subdepartamento de Programas Transversales del SSC.

¿Dónde se atienen los pacientes?

En las Salas de Enfermedad Respiratoria del Adulto (ERA), ubicados en todos los CESFAM y Hospitales Comunitarios de la región, el paciente es evaluado por un médico y kinesiólogo, quienes le realizan un examen físico, radiografía de tórax y espirometría para descartar o confirmar la enfermedad, y entregar el tratamiento oportuno.

Edward Navarro explica que la base del tratamiento es dejar el tabaco. En cuanto a los medicamentos, en los en casos leves y moderados, se deben usar broncodilatadores y corticoides inhalados, y en los casos más graves el uso de oxígeno e incluso de ventilación mecánica invasiva o no invasiva.

Natalia Céspedes, kinesióloga del CESFAM Santa Cecilia de Coquimbo, señala que en su centro de salud son cerca de 140 los pacientes que se atienden por esta patología. Muchos de ellos han dilatado la consulta, por no querer enfrentar la restricción de dejar de fumar.

 “Ellos saben que el primer tratamiento estará enfocado en dejar el tabaco. Luego vienen las terapias con los inhaladores o ejercicios. Los pacientes deben comprender que no sólo se cansan por la falta de aire, sino que también porque los músculos que ocupamos al realizar alguna actividad física, necesitan de oxígeno y las personas con EPOC tienden a bajar el oxígeno de la sangre, lo que comienza a atrofiar las fibras musculares”.

Esta enfermedad, si bien es incurable, es altamente prevenible, suspendiendo o reduciendo el consumo de tabaco (pasivo o activo), además del uso de contaminantes como leña, combustibles, entre otros.

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