#WashYourCyberHands. Con este hashtag, Interpol alertó recientemente sobre el Panorama Mundial de la Ciberamenaza relacionada con el Covid-19. La Organización Internacional de Policía Criminal indicó los desafíos del home office, señalando que los autores de los ciberataques están explotando las vulnerabilidades de los sistemas, redes y aplicaciones empleadas por las empresas, las administraciones públicas y los centros de enseñanza que apoyan a quienes estamos trabajando actualmente a distancia.
Si bien, a nivel latinoamericano, Chile se posiciona como una de las naciones más preparadas para iniciar una economía digital, según un reciente estudio de Digital Readiness Index de Cisco, ello no implica que no nos quede un largo camino por avanzar, algo que ha quedado en evidencia en esta pandemia.
En ese sentido, y a partir del aumento de teletrabajo, un informe de Kaspersky señaló que el 27% de los trabajadores encuestados ya ha recibido correos electrónicos de phishing -método utilizado por delincuentes cibernéticos para estafar y obtener información confidencial de los usuarios- sobre temas de Covid-19.
Para evitar estos riesgos, es importante educar y tomar conciencia respecto a temas de ciberseguridad. Orientar sobre el respaldo de información, cómo operar software de colaboración y nubes, cuáles son los sitios y plataformas más confiables, y la importancia de las políticas de privacidad.
Para enfrentar posibles brechas, distintas empresas e instituciones han debido fortalecer su continuidad operacional TI, y comenzar un exhaustivo proceso para mitigar riesgos de ciberataques, al poco tiempo de haber adoptado la modalidad remota. En este proceso, es fundamental adoptar estrategias de detección y contención de amenazas, mediante la continua supervisión del tráfico y de las estaciones de sus usuarios, desarrollar protocolos de resiliencia y priorizar el cuidado e importancia de los accesos a sus sistemas, con el fin de proteger la labor de los colaboradores y resguardar sus datos.
Estamos frente a una situación inédita, que requiere de una importante transformación. En el caso de las empresas, la transición digital segura debe permitir, además, un impulso hacia una nueva era laboral, donde la colaboración, resiliencia, responsabilidad e innovación en los procesos serán fundamentales.
Y en el caso de las personas, es fundamental darnos cuenta que el riesgo de un ciberataque está en las páginas que visitamos, en los links llamativos que pueden llegarnos a un chat o SMS, y en las mismas apps que descargamos, por eso debemos tomar conciencia que a veces un simple click o “acepto” puede generar un efecto a escala, que no sólo vulnere nuestra información, sino todo lo que albergamos hoy en el mundo digital, que hoy día, es prácticamente todo.
Cyril Delaere
Gerente de Servicios de Ciberseguridad de Entel Corporaciones