En un emotivo cierre del año escolar 2024, siete adolescentes en proceso de reinserción social celebraron la obtención de sus licencias, reafirmando su compromiso con el aprendizaje y su determinación para superar las adversidades.
Las ceremonias se llevaron a cabo en el centro privativo de libertad dependiente del Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil de Coquimbo, con la participación de familiares, docentes y autoridades regionales.
Este importante logro fue posible gracias al trabajo conjunto entre el servicio y la Corporación Educacional CEIA Inapewma. Los discursos estuvieron marcados por mensajes inspiradores que destacaron la educación como una herramienta clave para transformar vidas incluso en contextos adversos.
La directora del Servicio de Reinserción Social Juvenil de Coquimbo, Loreto Rebolledo, subrayó la dedicación del equipo docente, elogiando su capacidad para implementar estrategias innovadoras que motivan a los estudiantes a continuar su formación. “Esto nos permite cumplir con una de las garantías y derechos fundamentales de los jóvenes: completar su educación. Es un paso crucial porque abre nuevas oportunidades para su reinserción social, que es nuestro principal desafío. Aunque estén en contextos de encierro, la educación les permite volar, soñar y alcanzar otras formas de libertad a través del conocimiento”, afirmó.
En la misma línea, la seremi de Justicia y Derechos Humanos, María José Rojas, destacó el impacto del trabajo realizado por el Servicio: “Es fundamental brindar herramientas a los jóvenes que les permitan avanzar, crecer y desarrollarse. La educación es una pieza clave para lograr una reinserción efectiva y sostenible”.
Karina Basaure, directora del CEIA Inapewma, también enfatizó el papel de las familias en este proceso, reconociendo los retos que enfrentan los estudiantes al retomar sus estudios tras largos periodos de deserción escolar. “Cada año nos enfrentamos a perfiles de jóvenes que van cambiando, lo que representa un desafío. Sin embargo, a través de un enfoque educativo adecuado, logramos fomentar su autonomía y guiarlos hacia la culminación de su escolaridad”, explicó Basaure.
Uno de los jóvenes, de 17 años, compartió su emoción al recibir su licencia de enseñanza media: “Es un logro importante para mí porque me costó mucho llegar hasta aquí. Estoy feliz porque mi familia me acompañó en este momento. Ahora espero salir para seguir estudiando y avanzando”.
Con este hito, los jóvenes han completado la malla curricular obligatoria, demostrando que la educación no solo abre puertas a nuevas oportunidades, sino que también fortalece su determinación para construir un futuro lleno de posibilidades y crecimiento personal.