“En Chile hay una fuerte demanda interna de paltas, puesto que los chilenos lo incluyen en todas las comidas”, destacaba el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) en un informe de noviembre del 2021, añadiendo que durante 2021 y 2022 los chilenos consumirían 100 mil toneladas, un 45% del total previsto para la producción nacional, por lo que para cubrir la demanda, Chile importaba paltas en contraestación (entre mayo y junio) de Estados Unidos, México y Perú.


Según datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias de Chile (Odepa), con 2,5% de participación en el mercado, nuestro país es el quinto productor de paltas a nivel mundial y el cuarto exportador. La mayor producción local está en la Región de Valparaíso con 20.318 hectáreas, representando el 67,4% de toda la superficie plantada, y luego en las regiones Metropolitana y de Coquimbo; aunque en estas zonas la producción ha disminuido por la menor disponibilidad de agua.


En los últimos años la alta demanda en la industria nacional y de exportación ha gatillado una importante alza en los precios de las paltas; situación también causada por las pérdidas tras infecciones que las atacan. Si bien estos microorganismos se han controlado tradicionalmente mediante fungicidas sintéticos, en el mundo, productores, agencias reguladoras, comunidades científicas y consumidores han manifestado un interés por la producción y comercialización de frutos libres de residuos de fungicidas sintéticos. La Comisión Europea, de hecho, acaba de proponer un reglamento que impondrá objetivos jurídicamente vinculantes para reducir el uso de pesticidas químicos en un 50 % del nivel promedio consumido en 2015-17 para el 2030.


Ante el panorama en Chile, la biotecnológica Plantae Labs desarrolló el primer protector ante pudriciones de origen botánico para la aplicación en postcosecha de paltas. Su nombre es Fungi Block y se aplica en las líneas de empacado. El producto ya fue testeado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y ha demostrado ser igual de efectivo que productos químicos sintéticos comúnmente utilizados. Sus ingredientes, además, han sido catalogados como GRAS (Generally Recognized as Safe), acrónimo utilizado por agencias regulatorias federales de Estados Unidos (FDA) para referirse a sustancias seguras que son usadas como aditivos para alimentos.


“Fungi Block está constituido por una mezcla derivada de extractos vegetales, totalmente soluble en agua y 100% orgánica. Incorpora en su formulación nuestra tecnología propietaria NOVADROP™, lo cual garantiza una emulsión compuesta de partículas muy pequeñas, aumentando así su estabilidad y eficacia”, explica el ingeniero agrónomo de Plantae Labs, Sebastián González Amat.


El experto en salud vegetal menciona que existen varias enfermedades causadas por hongos en las paltas, las cuales se expresan durante su postcosecha; entre las más importantes se encuentran la antracnosis y pudrición peduncular: “Usualmente estas enfermedades se tratan aplicando fungicidas sintéticos durante el proceso de packing; sin embargo, este tipo de productos presenta cada vez más restricciones, por lo que alternativas naturales más sanas para la salud y sin residuos, son en la actualidad opciones muy cotizadas”.

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